El vicepresidente del
Gobierno de España entre 1982 y 1991, Alfonso Guerra, ha impartido la conferencia inaugural del congreso ‘La concordia fue posible. La Transición democrática y la
España de la libertad’; un encuentro organizado por el Instituto CEU
de Estudios de la Democracia y el Instituto
CEU de Estudios Históricos para debatir sobre uno de los periodos más
decisivos de nuestra historia contemporánea.
Bajo el título ‘Memoria, recuerdo y legado de la Transición’, Guerra
ha recordado cómo, durante la Transición, los partidos políticos pensaban en una España cívica,
apostando por la tolerancia. “Los partidos cambiaron, con la vista puesta en la
recuperación de la concordia, la convivencia y la Democracia”, ha subrayado. En
este sentido, el expolítico ha apuntado que el espíritu del 78 debe guiar a los
políticos actuales: “El consenso fue nuestra vía para llegar a esta concordia, es
la nómina de las renuncias que tuvimos que hacer todos para llegar a un acuerdo”.
Y ha apelado al entendimiento entre los dos “grandes partidos” de nuestro país:
PP y PSOE.
En su discurso, el exvicepresidente ha
apuntado que “no se puede elegir el tiempo en que vivimos, pero sí la respuesta
al tiempo que nos ha tocado vivir”. En esta línea, Guerra ha explicado cómo
“una generación completa decidió que todos los políticos debían ponerse de
acuerdo”. Asimismo, ha puesto en valor la Constitución de 1978, de la que
“no soy partidario de su reforma, sí
de reformas concretas dentro de ella”. En sus palabras, el exvicepresidente ha
subrayado la importancia de este “acta de paz, un armisticio que se crea con la
misión de cooperar”, aunque -ha lamentado- “hoy vemos cómo las Administraciones
Públicas no han colaborado nada en situaciones de crisis como el COVID, la
Dana, el apagón, los incendios…”.
En esta “lucha” por lograr un
consenso, el exvicepresidente ha rememorado algunas dificultades como la
abolición de la Constitución de 1931 para crear textos que “garantizaran el
sistema democrático y la alternancia política”; determinar un Estado laico o
aconfesional; o decidir la forma de gobierno: República y Monarquía.
Por su parte, Adolfo Suárez Illana, diputado en las Cortes
Generales entre 2019 y 2022, quien ha dado pie a las palabras de Alfonso Guerra,
ha apelado a las palabras de su padre: “Nada está definitivamente perdido ni
ganado, depende de la audacia que pongamos en nuestros empeños”. En este
sentido, ha catalogado la Transición “de un proceso político y social de
comprensión del distinto, del otro español que no piensa como yo, que no tiene
las mismas ideas religiosas, que no ha nacido en mi comunidad, que no se mueve
por los ideales políticos que a mí me impulsan; no es mi amigo, sino mi
complementario como ciudadano y como español. Solo en esa convivencia, podemos
defender nuestros ideales, practicar nuestras creencias y crear nuestras
propias ideas”.
El presidente de la Fundación
Universitaria San Pablo CEU, Alfonso Bullón de
Mendoza, ha sido el encargado de abrir este encuentro, en el que ha
agradecido su labor a los protagonistas de la Transición, “el éxito político
más importante de nuestra época contemporánea, una época de concordia”.
Este Congreso se incluye dentro de la iniciativa
‘Transición, España y Concordia’, con la que las Universidades CEU se han
sumado a la conmemoración del cincuentenario de la proclamación del Rey Juan
Carlos I. Estas acciones arrancaron con la investidura como doctores
honoris
causa de José Manuel Otero Novas (Universidad Cardenal CEU Cardenal
Herrera), Miquel Roca (Universitat CEU Abat Oliba), Marcelino Oreja y S.M. la
Reina Doña Sofía (Universidad CEU San Pablo). Y han incluido también con el
Curso de Verano “España y la
Monarquía”, una exposición itinerante, comisariada por la profesora Cristina
Barreiro y Álvaro de Diego, a partir de los fondos gráficos de
Ya y
Diario
16; y el documental ‘Memoria de la Transición: Medio siglo de Democracia’.