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¿Cómo suplir la ausencia de luz solar?

03/04/2020
Infografia vitamina D CEU USP

La actual situación de confinamiento en nuestros hogares, con motivo de la cuarentena, hace que nos preguntemos si nuestros hábitos son o no saludables, o qué medidas debemos tomar para mantener sano nuestro organismo. Algunas de las cuestiones que nos hacemos son: ¿cómo me afecta la ausencia de exposición solar?; ¿por qué es tan importante la luz solar en nuestra vida diaria?

La vitamina D permite mantener una correcta salud ósea y musculoesquelética. Las principales fuentes de vitamina D son la exposición directa a la luz solar, que permite una síntesis endógena (síntesis de la piel), los alimentos y suplementos dietéticos que contienen vitamina D.

La directora del Grado en Nutrición Humana y Dietética, María Achón y Tuñón, explica que la cantidad de vitamina D sintetizada en la piel depende de la exposición a la radiación solar UVB y la eficiencia de la síntesis cutánea. “Los factores que afectan la exposición de la piel a los rayos UV incluyen la cantidad de luz solar disponible, el ángulo de exposición, el tiempo que se pasa al aire libre, la cobertura de la piel y el uso de protector solar”, explica.

La profesora Achón señala que el principal determinante de la disponibilidad de luz solar es la elevación solar, que depende de la época del año y la hora del día, así como del clima, que afecta la actividad al aire libre y la cobertura de la piel. “La luz solar es más efectiva para la síntesis de vitamina D cuando el sol está alto en el cielo”. En esta línea, la doctora señala que nos encontramos en los meses en los que la luz solar es más efectiva para la síntesis endógena de vitamina D: “entre los meses de abril y septiembre, la síntesis de la piel es la principal fuente de vitamina D para la mayoría de las personas”.

¿Cómo podemos suplir la ausencia de exposición solar?

La falta de luz y, por tanto, la ausencia de exposición solar de nuestra piel nos hace recurrir de forma más especial a otras fuentes de vitamina D, como son las fuentes dietéticas. Estas son alimentos como el pescado azul: el atún, la sardina, la caballa, el arenque, y el salmón y otros; así como huevos y lácteos enteros; alimentos fortificados y enriquecidos con la vitamina; y suplementos dietéticos que la contienen (estos últimos sólo se deben tomar bajo la supervisión de un profesional).

“Estas fuentes son esenciales cuando la cantidad de luz solar que contiene luz UVB es limitada (en invierno) o la exposición a la luz solar que contiene luz UVB es restringida: falta de tiempo al aire libre o poca exposición de la piel, como es el caso de la cuarentena que estamos padeciendo”, explica la profesora Achón.

En este sentido, la doctora aporta algunas recomendaciones de las porciones que debemos consumir de manera diaria y semanal:

·       Pescados, 3-4 raciones a la semana, alternando blancos y azules.

·       Huevos, 3 raciones semanales.

·       Lácteos, 2-3 raciones diarias.

En esta línea, la profesora subraya que “las ingestas recomendadas de vitamina D suelen estar establecidas para exposiciones solares mínimas, como enfoque de precaución para proteger a los grupos más vulnerables de la población y tener en cuenta la exposición variable a la luz solar”.

Palabras clave Vitamina D alimentos nutrición exposición solar fuentes dietéticas