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Crisis habitacional en España: Un problema con efectos sociales muy graves, y creciente

24/06/2025
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El último informe ‘El problema de la vivienda en España: análisis y propuestas’, elaborado por CEU - CEFAS | Centro de Estudios, Formación y Análisis Social, advierte que, si no se toman medidas estructurales inmediatas, la aguda crisis habitacional se seguirá agravando, con dolorosas consecuencias sociales y económicas, de gran calado. Este estudio, en el que se analiza en profundidad la crisis del mercado de la vivienda en España, identifica cinco grandes causas que explican la creciente escasez y encarecimiento de la vivienda, afectando especialmente a los jóvenes, los inmigrantes y familias con menos recursos, y quienes necesitan cambiar de residencia por motivos laborales o personales.

1. Obstrucción normativa y lentitud en permisos: La excesiva burocracia y la lenta concesión de licencias y aprobación de trámites por las administraciones dificultan la construcción de nuevas viviendas, generando retrasos de hasta 15 años en muchos proyectos urbanísticos.

2. Amparo legal y fáctico a la okupación y la inquiokupación: La falta de medidas efectivas contra la okupación y la morosidad en alquileres e hipotecas desincentiva la inversión en el sector inmobiliario, y reduce la oferta de vivienda en alquiler. Las tasas de usurpación de vivienda son muchísimo más elevadas en Cataluña que en el resto de España y entre los inmigrantes que entre los españoles, como se documenta en el informe.

3. Fiscalidad muy elevada: La elevada carga fiscal sobre la construcción, venta y mantenimiento de la vivienda encarece los precios, impactando directamente en la accesibilidad para los ciudadanos. El gasto público, que en España era del 19% del PIB en 1975, en 2023 fue del 45%, sin que los servicios públicos de las AAPP hayan mejorado en España, globalmente, de manera correlativa (de hecho, ha ocurrido lo contrario en cuestiones de primera importancia como la construcción de vivienda social o la seguridad ciudadana). Eso encarece mucho, vía impuestos, el coste de construcción y oferta de las viviendas, y merma drásticamente el poder adquisitivo de los españoles para poder acceder a ellas.

4. Llegada masiva de inmigración innecesaria: La llegada de 3,5 millones de inmigrantes más en la última década, pese a que España no ha bajado en ese intervalo de 4 millones de parados reales -sumando parados “oficiales” y gente que quiere trabajar, pero no busca empleo, según análisis de Alejandro Macarrón con los microdatos de la EPA del INE-, ha incrementado muy significativamente la demanda de vivienda, especialmente en alquiler.

5. Desestructuración familiar: La alta tasa de divorcio y la caída de la nupcialidad generan mucha demanda adicional de viviendas, contribuyendo al déficit habitacional. Con las pautas familiares actuales hacen falta 3 millones largos más de viviendas que los necesarios con las pautas de hace 50 años, y eso que los españoles se emancipan ahora 5 años mayores de media. Solo en el trienio 2021-2023 hubo en España casi 245.000 divorcios legales, más un número no conocido de rupturas de parejas de hecho.


Efectos sociales graves

España vive una de sus peores crisis habitacionales, con precios en constante ascenso, reducción de la oferta de alquiler y un retraso medio en la emancipación de los jóvenes hasta los 30 años.

Cabe destacar que la construcción de vivienda social, una de las soluciones aplicadas en el pasado, ha caído drásticamente en las últimas décadas, con apenas 8.000 unidades construidas anualmente en los últimos diez años, frente a las más de 150.000 que se construían hace cincuenta años.

En cuanto a la vivienda social o protegida en alquiler, España sólo cuenta con el 2,5% del total de las que hay en el mercado del alquiler. Esta cifra contrasta con el promedio europeo, que se sitúa en torno al 9,3%, y con países como Países Bajos, donde el alquiler social supone un 34% del total de viviendas en esta modalidad, Austria (24%), Francia (14%) o el Reino Unido (16,7%). Según datos de la OCDE, España es uno de los cuatro países con menor proporción de vivienda social en alquiler, junto con República Checa, Lituania y Estonia”. Así pues, es difícil que la vivienda social -en propiedad o alquiler- pueda producir un alivio significativo en el tensionamiento del mercado de la vivienda en 2025 y años subsiguientes.


Soluciones y propuestas

Para revertir esta situación, el estudio propone medidas urgentes como la reducción de la carga burocrática, la liberalización del suelo, la tolerancia cero con la okupación, una mayor seguridad jurídica para propietarios e inquilinos, la liberalización del mercado del alquiler, el control de la inmigración hacia la adopción de medidas más alienadas con las necesidades reales del mercado laboral y del parque de vivienda disponible, el control de la inversión extranjera o el fomento de la colaboración público-privada. Y en un plano más de fondo, se plantea el fomento de la estabilidad familiar, algo asimismo imprescindible para poder recuperar una tasa de natalidad que permita el relevo generacional. 

Palabras clave Crisis habitacional Okupación Migración Impuestos Fiscalidad