La Iglesia Católica en España se
sitúa ante un gran desplome de vocaciones, práctica religiosa y sacramentos,
mientras desarrolla un papel esencial en la educación, la asistencia social y
la cultura. Así lo recoge el último informe publicado por el Observatorio Demográfico del Centro CEU de Estudios, Formación y
Análisis Social (CEU-CEFAS), titulado ‘Demografía
de la Iglesia Católica, a las puertas de su tercer milenio’, en el que se analiza la situación de la
Iglesia Católica a escala mundial y en España.
El informe pone de manifiesto los graves desequilibrios demográficos y
retos estructurales para el futuro de la Iglesia, especialmente en Europa.
Según datos de la Santa Sede recogidos en el estudio, el número total de católicos en el mundo
superó en 2023 los 1.400 millones. El catolicismo es la obediencia mayoritaria
entre los cristianos, cuya religión es la que más fieles tiene del mundo. El
crecimiento demográfico del catolicismo se concentra en África y América,
mientras que, en Europa, la Iglesia muestra
signos de envejecimiento religioso y estancamiento, con menos bautizos, sacerdotes y vocaciones religiosas.
Entre el legado cultural católico y el colapso de la
práctica religiosa
El informe dedica especial atención al caso español, donde la Iglesia
conserva una huella sociológica de enorme calado, pero enfrenta una crisis de
práctica religiosa sin precedentes. Según el CIS (abril 2025), solo el 18,7% de los españoles se
declara católico practicante; aunque más de la mitad de la población se
identifica como católica, solo una minoría asiste regularmente a misa o
participa activamente en la vida parroquial.
En 2023, 8,2 millones de personas asistieron a misa con regularidad,
una cifra muy significativa en términos absolutos, pero muy inferior a la de
hace solo medio siglo, cuando más del 70% de los adultos asistía cada domingo.
Por otra parte, el porcentaje de bebés bautizados y niños que hacen la Primera Comunión ha
caído por debajo del 50%, cuando en 1971 era del 99%, y la
tendencia sigue a la baja. Y las bodas religiosas se han desplomado: en 2023,
hubo más de cuatro matrimonios civiles por cada uno religioso, lo que confirma
el desarraigo del sacramento en la vida social.
En la pérdida de peso relativo del catolicismo en España también
juegan un papel a considerar varios millones de inmigrantes que viven en
nuestro país que no son católicos, si bien esto solo explica una parte menor de
esa pérdida de peso.
Vocaciones al borde del colapso
Uno de los datos más preocupantes del informe es el descenso acelerado
del número de sacerdotes y seminaristas en España. En 2023 había 15.285 sacerdotes en
activo en España, un 40% menos que en 1971, a pesar de que la
población nacional se ha duplicado desde entonces.
La edad media del
clero supera los 65 años, frente a los 35 años de media en 1960. El relevo generacional está gravemente comprometido. En el curso 2023-24, solo ingresaron 143
seminaristas en todo el país, y se
ordenaron 79 nuevos sacerdotes,
cuando se necesitarían al menos 300 anuales para compensar bajas y
fallecimientos. En 1965 había más de 8.000 seminaristas
mayores. Hoy, apenas superan los 950.
Un país misionero en descenso
España sigue siendo el
país del mundo con mayor número de misioneros católicos, pero
también en este campo se aprecia un fuerte descenso. En 2023 había un 24% menos de misioneros
españoles que en 2015, la mayoría son mujeres y personas de edad
avanzada. Y también ha disminuido el número de religiosos y religiosas: en 2023 había 32.531 religiosos en
España, un
11% menos que ocho años antes.
Una labor social y educativa de valor incalculable
Pese al retroceso en la práctica religiosa, la obra social, caritativa
y educativa de la Iglesia sigue siendo inmensa: más de 1,5 millones de alumnos estudian
en los más de 2.500 centros educativos de ideario católico. Estos
centros emplean a más de 140.000 personas. En el ámbito universitario, 148.000
estudiantes cursan estudios en las 17 universidades católicas españolas.
En el campo asistencial, la Iglesia mantiene en España miles de
centros de atención a mayores, discapacitados, enfermos, inmigrantes y personas
en exclusión.
A nivel mundial, la Iglesia gestiona más de 227.000 centros
educativos, 5.400 hospitales, 15.000 centros para ancianos y discapacitados, y
8.700 orfanatos, con una presencia destacada en los países más pobres.
El papado: un colectivo humano único en los últimos
2.000 años
Los 267 papas oficialmente reconocidos por la Iglesia
Católica, desde San Pedro a León XIV, son uno de los grupos humanos más
singulares e influyentes de la Historia de la humanidad, y han marcado mucho
más que nadie el rumbo de la Iglesia Católica en sus casi dos milenios de
existencia. En el informe se dan, en un anexo, algunas pautas y datos del
papado como colectivo “demográfico”. Por ejemplo, aunque no hay papas italianos
desde 1978, el 80% de los que ha habido desde San Pedro nacieron en el territorio
de la actual Italia.