Estos días las familias españolas
están inmersas en la vuelta al cole. Junto con el material escolar tradicional,
este año los niños mayores de 6 años deben llevar además una mascarilla durante
toda la jornada escolar. En muchos colegios solo se admiten las mascarillas
quirúrgicas, una decisión muy meditada que busca la seguridad y comodidad de los
más pequeños en sus jornadas escolares.
El virólogo y profesor de
Microbiología de la Universidad CEU San Pablo, Estanislao Nistal, señala que “el uso de mascarillas quirúrgicas
es el más recomendado en los niños que acuden a los colegios porque el tamaño
del poro permite respirar con facilidad y al mismo tiempo retener una gran
cantidad de partículas que posiblemente contengan el virus y que este no salga
al ambiente”.
En este sentido añade que “el
no recomendar otro tipo de mascarillas, por ejemplo, las sanitarias o
higiénicas, tiene que ver con que esas mascarillas tienen una menor capacidad
de retener el virus o las gotas que salgan de nuestra boca. Tienen un tamaño de
poro mucho mayor y eso permite que respiremos mejor, pero al mismo tiempo que
estemos con la posibilidad de propagar el virus de una manera mucho más fácil”.
Por el contrario, “el no recomendar mascarillas FFP2 o N95 se debe a que
estas mascarillas tienen un tamaño de poro mucho más pequeño y son mascarillas
que dificultan la respiración de los niños y esto hace que cualquier actividad
física o que suponga un esfuerzo de los niños se vea dificultada”.
Nistal incide en la importancia
del usar
correctamente la mascarilla para mantener la higiene y contener la propagación
del virus, así recuerda que ésta debe cubrir tanto la boca como la nariz, pero
también los posibles espacios laterales por donde pueda salir el aire, es decir
que esté totalmente cerrada alrededor de boca y nariz. En este sentido,
recomienda usar el alambre de la parte superior que permite asegurar, fijar y
cerrar los espacios que pueda haber entre la nariz y la mascarilla. Además,
insiste que, en el caso de manipularlas, siempre hay que hacerlo desde las
gomas de los laterales.
A la hora de guardar las
mascarillas o mantenerlas en un lugar durante un tiempo Nistal insiste en que
hay que mantenerlas en unas condiciones que nos permitan que estén aireadas y
limpias, preferentemente en un lugar seco y así poderlas rehusar durante el
tiempo que se pueda. Así, recomienda
guardar las mascarillas en sobres de papel o materiales desecantes, en un
espacio en el que se pueda colgar la mascarilla, siempre que podamos
identificar que es la nuestra, ya que hay que recordar que su uso es personal.
En cuanto al tiempo de uso de ese
tipo de mascarillas, el profesor de la Universidad CEU San Pablo recuerda que “el
uso de mascarillas quirúrgicas está recomendado el de una al día; un uso que permite
mantener las condiciones de higiene y prevenir complicaciones que puedan tener
los niños a la hora de concentrar bacterias y suciedad que puedan afectar a su
salud”.
Por último, el virólogo y
profesor de Microbiología de la Universidad CEU San Pablo, subraya las “tres
medidas principales que van a contribuir a la contención de un virus: el uso de
mascarillas, el lavado de manos reiterado y la distancia interpersonal”. En
ese sentido recuerda que “si todos somos capaces de mantener estas tres
premisas en mente vamos a ser capaces juntos de combatir y de contener la
epidemia”.
En cuanto al lavado de manos, Nistal también recuerda
su importancia ya que es
“una de las medias higiénicas más eficaces a la
hora de contener las infecciones causadas por virus respiratorios o por virus
que causan enfermedades gastrointestinales”. Un lavado de manos que es
especialmente importante en niños ya que en las clases los pequeños pueden compartir
juguetes y desarrollan actividades que suponen contacto físico. En este
sentido, el uso de algo que desinfecte las manos va a contener la posible
infectividad de esos virus y la expansión del virus a otros compañeros en
clase.