La profesora de la Universidad CEU San Pablo Marta Villar Ezcurra, catedrática de Derecho Financiero y Tributario y coordinadora del Proyecto de Investigación Jean Monnet sobre fiscalidad de la energía y ayudas de Estado, ha participado en la 6ª Conferencia Mundial del Diálogo Internacional sobre Fiscalidad (ITD) acompañada por la profesora Estela Ferreiro (IBFD), miembro del equipo investigador.
Unas 300 personas de más de 90 países, en su mayor parte representantes y autoridades de las administraciones tributarias y medioambientales, expertos e investigadores, han analizado el modo de mejorar la fiscalidad medioambiental en sus aspectos prácticos para poder superar los obstáculos relacionados con los efectos redistributivos y su incidencia sobre la competitividad.
A lo largo de tres días se debatió sobre los objetivos de la fiscalidad medioambiental desde las experiencias de las reformas y propuestas en marcha en distintos países como Noruega, Portugal, Jordania, Filipinas, China y México.
El Secretario General de la OCDE, Ángel Gurría, explicó las razones por las que las soluciones teóricas óptimas no prosperan a nivel político y destacó que la salida no está sólo en “poner precio al carbono”. Asimismo, Gurría subrayó la importancia de abordar el problema que representan las políticas incoherentes, como es el caso actual de la fiscalidad de la energía, en la que asimetrías y contradicciones han de corregirse.
Ángel Gurría también abogó por una fiscalidad medioambiental compatible con un crecimiento sostenible y sin pérdida de competitividad económica. Para ello es importante eliminar los falsos mitos asociados a la fiscalidad medioambiental, entre otros, la tajante afirmación y sin matices de sus efectos regresivos.
La protección a los consumidores vulnerables, los ajustes fiscales en frontera, el problema de la fuga de carbono, la necesaria coordinación de la fiscalidad con el régimen de comercio de derechos de emisión, y la incidencia en el mercado de trabajo han sido otros de los temas debatidos.
Los expertos hicieron reiteradas referencias a la teoría del múltiple dividendo que representa la fiscalidad medioambiental. Según el profesor de la Universidad de Standford Lawrence Goulder, esta fiscalidad es capaz de tener efectos positivos en recaudación, de reducir la fiscalidad a las rentas menos móviles y de ofrecer la posibilidad de reconducir el mercado de trabajo reordenando las rentas laborales no controladas.
Se puso de manifiesto por parte del Director Senior del Banco Mundial, Marcelo Giugale, que diseñar un instrumento fiscal para cumplir múltiples objetivos es una fuente de problemas y que es fundamental actuar en diferentes niveles de decisión política. También se debatió acerca de la importancia de eliminar los subsidios a las fuentes contaminantes y sobre los precios actuales de la energía.
Otros temas que merecieron atención en la Conferencia fueron la relación entre la fiscalidad y el desarrollo urbano, los efectos redistributivos en los hogares, el transporte, la competitividad, la fijación de los precios del carbono, el papel de los impuestos en el marco de otros instrumentos de política medioambiental y la reforma y progresiva reducción de los subsidios a los combustibles fósiles.
Preservar la competitividad de las empresas no es sólo cuestión de fiscalidad, es también promover tecnología e inversiones. El uso de incentivos o exoneraciones fiscales no debiera ser la única vía para poner solución a los problemas sino que tiene que venir acompañado de coordinación de políticas de medio ambiente, energía y economía y de procedimientos capaces de conseguir los objetivos de las reformas fiscales ambientales en marcha o a emprender.