El pasado mes de enero Kazajstán, miembro no permanente del Consejo de Seguridad ONU, presidió las reuniones del Consejo de Seguridad de la ONU, el órgano donde se dirimen los asuntos de seguridad a escala planetaria.
Para hacer un repaso de los resultados de dicha presidencia, se ha celebrado en la Facultad de Derecho de la Universidad una mesa redonda con el título: ‘La presidencia kazaja del Consejo de Seguridad ONU’. Han intervenido el rector emérito del Instituto Pontificio de Estudios Árabes e Islámicos de Roma, Justo Lacunza Balda, el catedrático emérito de Seguridad (UCM) y Director de UNISCI, Antonio Marquina Barrio, y el profesor de la universidad Antonio Alonso.
Justo Lacunza, misionero de los Padres Blancos, hizo un repaso de uno de los problemas más importantes de los que se ha tenido que encargar la presidencia kazaja: la cuestión de Afganistán. La inestabilidad de este país amenaza con afectar a toda la región de Asia Central, por lo que es interesante ver el origen del conflicto y cómo Kazajstán ayuda a resolverlo desde hace casi una década a través de programas de becas para estudiantes afganos.
Por su parte, Antonio Marquina ha expuesto los fallos de eficacia de la organización y cómo Kazajistán ha tenido que liderar el Consejo de Seguridad en medio de dificultades estratégicas, que demuestran una vez más la necesidad de reformas. Asimismo, repasó cuáles fueron las aportaciones de la presidencia a lo largo del mes de enero para solucionar los problemas más acuciantes.
La intervención del profesor Alonso ha girado en torno a las reacciones positivas que había tenido tanto la gestión kazaja como los resultados de la visita del presidente Nazarbayev al presidente Trump, beneficiosos para ambas partes.